A pesar de que la relación entre padre e hijo nunca fue muy buena por tener una visión opuesta de la vida, Tom es un próspero médico viudo de California que viaja hacia St. Pied de Port (en Francia) para recoger las cenizas de su aventurero hijo (Daniel), quien pereció durante una fenomenal tormenta en los Pirineos cuando se encontraba recorriendo el Camino de Santiago.
Es así que Tom, aturdido, decide terminar la ruta en honor de su hijo, encontrándose desde el comienzo con compañías no deseadas: una sarcástica canadiense que intenta abandonar las drogas; un holandés robusto y hedonista que disfruta del vino y la comida española y un locuaz autor irlandés en busca de una historia que acabe con su bloqueo creativo.
Se trata de una película basada en el conmovedor viaje de un hombre, sacudido por una crisis personal, que se embarca en un épico recorrido de montaña, que le proporciona sorprendentes momentos de comunión, compañerismo e inspiración. En definitiva, es un relato sencillo, espiritual y tierno, que aborda territorios alternativamente cómicos, aventureros y profundamente conmovedores, aún cuando el punto de partida de la trama sea la muerte de un hijo.