“Mi vida sin mí” parte de un guión tomado de un relato de Nanci Kincaid para sumergirse en los caminos de la muerte y la vida. La película cuenta la vida de Anne –casada y con dos hijas pequeñas, con un marido sin mucha suerte y con su padre en la cárcel–, a quien diagnostican un cáncer terminal, que ella decide ocultar a los suyos.
La enfermedad la obliga a replantearse la vida por completo y escribe una lista de cosas que no quiere dejar de hacer antes de morir (desde visitar a su padre en la cárcel hasta tener sexo con alguien que no sea su esposo), en un intento de que todo quede ordenado cuando ella desaparezca.
La gran sensibilidad mostrada por Isabel Coixet en la dirección de la actriz Sarah Polley, hizo que las lágrimas y las emociones se desbordaran entre el público e incluso entre los críticos durante el Festival de Berlín.