“La Teoría del Todo” es una película basada en “Hacia el infinito: mi vida con Stephen Hawking” (Lumen), el libro de memorias de Jane Wilde, primera esposa del astrofísico británico. La adaptación cinematográfica por parte del director James Marsh presenta una biografía que no se centra en los hitos científicos del físico, sino que se adentra en la intimidad de Stephen Hawking, en su enfermedad y su pulso decisivo contra el tiempo. De este modo, el director dulcifica en el film el avance de la enfermedad y construye una historia de superación personal, familiar y profesional que es triste, pero tierna y, paradójicamente, feliz. En ésta, cobra cuerpo el «mientras haya vida, hay esperanza», una de las citas más comentadas de Hawking, sobretodo cuando, años después de esta declaración, defendió estar a favor de la muerte asistida.
El film se remonta a la época en que Stephen Hawking preparaba su doctorado en la Universidad de Cambridge, en 1963. Ese mismo año, y con solo 21 años, se le diagnosticó esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una patología degenerativa que, según pronosticaron los doctores, mantendría inalteradas sus funciones cerebrales no relacionadas con la actividad motora, como la sensibilidad o la inteligencia. Sin embargo, la enfermedad iría paralizando sus músculos hasta causarle una muerte temprana, previsiblemente dos años después. Afortunadamente, Hawking sobrevivió y, pese a sufrir una severa minusvalía, ha sido capaz de vivir una vida académica de gran relieve y de publicar varios best sellers sobre astrofísica, entre ellos, el célebre “Breve historia del tiempo”.
Cabe destacar que en el film cobra relevancia el tema de la religión. Por un lado, el pensamiento de Hawking es controvertido por su vehemencia a la hora de declararse ateo y de haber dedicado su vida a buscar una explicación material sobre el mundo –esa “teoría del todo” a la que alude el título de la película– y sobre el origen del universo, explicación que supondría una prueba científica plausible que negaría la existencia de Dios. Sin embargo, la postura atea de Hawking no es compartida por su mujer, Jane, creyente evangélica, quien le discute su opinión y le hace reflexionar. De hecho, en “Breve historia del tiempo”, Hawking expuso la afirmación: «Si descubriéramos una teoría completa (…) sería el triunfo último de la razón humana, ya que entonces comprenderíamos la mente de Dios», dando a entender su existencia.
“La Teoría del Todo” es una película dramática, pero con un trasfondo de ternura que descubre el lado humano de Stephen Hawking y su superación, fruto de una gran fuerza de voluntad. Sin embargo, Jane, con quien estuvo casado hasta 1991 y tuvo tres hijos, se revela también como un personaje cautivador y luchador. Si Hawking fue la mente, Jane se convirtió en las piernas y los brazos de la brillante unidad que ambos formaron.
Entre otros premios, el film fue galardonado con el Oscar y el Globo de Oro al mejor actor por el trabajo de Eddie Redmayne en el papel de Stephen Hawking.