Los animales salvajes, viven y fallecen en su medio, y conforman la segunda parte del ciclo de vida en un entorno que mantiene el equilibrio por la acción de los depredadores (carroñeros) o los descomponedores (meramente hongos y bacterias). Pero los de compañía mueren en los domicilios o en las clínicas veterinarias, y precisan de un trato legal y ético adecuado, ya que no se incluyen en la rueda secular del marco natural que es compensado de manera intrínseca.
El respeto hacia otros animales debería comenzar en vida y ser la norma persistente, sin que nadie busque nada a cambio ni con ello cubra un lujo o un capricho. Sin embargo y todavía, bien que al alza, suele ser una excepción, y aún en demasiadas ocasiones se concibe lo que debería ser un compañero en igualdad de condiciones y derechos como un baladí juguete que puede esperar a nuestro antojo.
Difiriendo de lo que acontece con humanos, los decesos de animales son más recurrentes, puesto que la mayoría viven menos años, y hay que prepararse para ello en su adopción o adquisición. Es normal, en el momento en el que ocurren, sentir pena y un dolor profundo, que serán de matices diversos según la experiencia. Pero existe todavía quien asocia esta conducta a extravagancias, y cierto es que la empatía con especies muy distintas más allá de la obtención de un beneficio no es común por mucho avance que haya habido. La muerte es, en este aspecto, una ocasión muy clara para ahondar en conexiones más profundas, reencontrar el equilibrio y honorar a aquellos que comparten el planeta y parte de la vida con nosotros.
Prohibición de enterrar animales en espacios no habilitados
En el estado español no hay una norma común que rija el rito funerario, y son las autonomías las que tienen competencias para regularlo. Esto trae la consecuencia de marcadas diferencias entre un sitio y otro, y es preciso consultar en cada caso la legislación local. Los distintos reglamentos de Policía Sanitaria Mortuoria, deben enlazarse con las normas que hacen referencia a la gestión de los residuos y a la salud pública. Combinando estos factores puede verse que en Madrid no pasa nada si se arroja un cuerpo inerte en un container de basura, cuando en la mayor parte de sitios es un hecho sancionable. En el caso que exponemos a modo de ejemplo, que es la situación de Cataluña, no se puede sepultar a un animal en el jardín de casa o en el monte. Primero porque es ilícito. Y después porque se suele argumentar, aunque se está investigando, que si ha muerto por un virus o bacteria, la enfermedad puede trasladarse a otros animales y también, cuando es zoonosis, hacia los humanos.
Trámites precisos
Ante el óbito de un animal de compañía, sea perro, gato, hurón, anfibio, réptil o ave, deben seguirse unos pasos muy sencillos. Hay que dar de baja al individuo del registro que le corresponda, por medio del chip de identificación obligatorio, y acordar con el ayuntamiento o el veterinario su traslado hacia un complejo funerario. Como ocurre en las personas, un animal puede ser incinerado o enterrado. En el primer caso algunos municipios disponen de una asistencia de traslado y quema colectiva a bajo coste, donde no pueden recuperarse las cenizas. De otra parte existen complejos privados, aunque pocos, que ofrecen la posibilidad de una incineración individual, y la espera y despedida en tanatorios. Por lo que hace referencia a inhumaciones, y obviando proyectos no consolidados, hay dos cementerios en el Principado habilitados para entierros de animales: el complejo “Última Llar” en la demarcación de Tarragona, y el “Cementiri de Petits Animals” de Torrelles de Llobregat.
Cementerios de Animales (El caso de Torrelles)
Si se habla de Ecofunerales la principal regla que debe considerarse es la prevención de residuos. Generar muy pocos o casi ninguno es norma natural del primer centro, y el de referencia en Cataluña, para entierro de especies no humanas. Desde 1972, y por iniciativa de Assumpta Padró y su padre, que chocaron con la imposibilidad de trasladar el cuerpo de su perra inerte hacia un lugar seguro, nació en Torrelles de Llobregat (Baix Llobregat, demarcación de Barcelona) el Cementiri de Petits Animals. Hasta ahora, y de manera muy vocacional y solidaria, el recinto acoge nichos y fosas comunes o individuales, que alquilan por precios módicos que van desde los 10 hasta los 70 euros anuales. La capacidad total del camposanto es de 800 animales y cada año se efectúan unas 100 inhumaciones (cuerpo con una ligera manta o sábana, mayoritariamente) donde destacan por número los perros y los gatos, pero también los conejos, los roedores, las iguanas, los reptiles, y aves como loros, patos o gallinas.
El complejo precisa de escasa luz y gasta muy poca energía. No consume casi combustible, ya que los traslados de animales, en un 98% de los casos, los hacen los mismos propietarios. Para el riego se siembran especies resistentes a la falta de agua, y en momentos de carencia como es el presente se reducen los caudales a lo máximo posible. Plásticos no abundan, ya que los recordatorios suelen ser con plantas naturales, y hasta los trabajadores han tornado en botellas de vidrio los envases de manutención. La pizca de tiza que surge del movimiento de los nichos se recoge, y en cuanto a la poda, los desechos de jardinería (ramas y hojas, meramente), se acumulan para ser llevados, una vez cada dos meses solamente, al Punto Verde.
Centros de Incineración (Tanatori de Mascotes)
El caso de la incineración es más complejo, porque depende en gran parte, todavía, de algún combustible fósil. Se hacen igualmente esfuerzos muy notables para reducir impactos, aunque sean en los centros de animales, por volumen, mucho menos numerosos que en los destinados a personas. Tanatori de Mascotes es la empresa más longeva en este campo. Desde 2002 ha ampliado sus servicios y dispone ya de tanatorios y hornos crematorios en tres poblaciones: Polinyà (Vallès Occidental, 2002), Riudarenes (La Selva, 2004) y Barcelona (2017). Lo coordina la que es otra amante de los animales, Isabel Farré, veterinaria de formación. Ofrece la recogida y el transporte desde las distintas clínicas o domicilios. Da a elegir entre la incineración colectiva (más barata y sin cenizas) y la individual, que está abierta, con espacios velatorios adaptables, para aquel que quiera despedirse de manera más cercana. Trata el duelo con cuidado y organiza hasta talleres a profesionales para tener la delicadeza que es precisa con los afectados en los diversos momentos del proceso (acto de eutanasia, comunicación de muerte, trámites o entrega de cenizas).
Por lo que hace referencia a la reducción de emisiones y contaminantes, hay que recalcar de un lado que la empresa ha convertido todas sus instalaciones crematorias, que antes funcionaban con gasoil, a un sistema de gas natural o gas propano, combustibles que tienen mucha más eficiencia y que reducen un 46% la emisión de material particulado, y en más de una cuarta parte los gases de efecto invernadero como lo son el metano (CH4), el dióxido de azufre (SO2), los óxidos de nitrógeno (NOx) y el dióxido de carbono (CO2) (Figura 1).
La despensa de energía es más alta en la incineración individual, donde el combustible es solo un cuerpo, que por cierto se introduce sin atuendos para reducir cualquier contaminante innecesario. El horno anda dividido en dos compartimentos bien diferenciados, dos puertas de entrada, que separa una pared en medio. El proceso necesita alcanzar más de 850 grados, temperatura que suele traspasarse, parcialmente, al otro lado. Esto hace que el calor esté latente y permanezca largo rato, circunstancia que permite no partir de cero y emplear menor esfuerzo en una nueva cremación. Los filtros no existen, puesto que el sistema ya dispone de un modo de purificación que decanta los sólidos mezclados con los gases, y los trata ya después como residuos. Un funcionamiento, que pasa una extensa revisión cada tres años, y permite detener la polución de cualquier tipo hacia la atmósfera.
Tanatori de Mascotes ultima también nuevos modelos de urnas biodegradables, que van a sumarse a las ya disponibles, hechas a partir de sal, cerámica o cartón. Practica más bien tanatoestética a los animales (peinado y aplicación de espray o de desodorante) con la mínima porción de químicos. Tiene cuidado especial en la separación de los residuos, más estricta en Riudarenes, donde el municipio ya ha implantado el sistema de recogida puerta a puerta. Y optimiza mediante un control de GPS los trayectos de los coches de transporte. Queda pendiente por otro lado, y a causa del alto coste, el cambio hacia una flota híbrida o eléctrica. Y aunque se ha venido contemplando, la adopción del método de cremación o ultracongelación por medio de nitrógeno licuado, propuesto hace 20 años, está aún lejos de desarrollarse plenamente y ser posible en la legislación.
ENLACES DE INTERÉS:
SITIO WEB DEL “Cementiri de Petits Animals” DE TORRELLES DE LLOBREGAT:
https://cementeriomascotas.es/
REPORTAJE SOBRE EL “Cementiri de Petitis Animals” EN EL PROGRAMA Islàndia (RAC 1, 02-12-2019):
WEB DEL “Tanatori de Mascotes” CON CENTROS EN BARCELONA, POLINYÀ Y RIUDARENES:
WEB DEL CEMENTERIO “Última Llar” (Riudoms, Tarragona):
WEB DE LA “Funerària Cel Amic” (Sant Fruitós de Bages, Barcelona):
BREVE ARTÍCULO SOBRE EL ANUNCIO DEL NUEVO PROYECTO PARA HABILITAR UN SERVICIO MUNICIPAL DE INCINERACIÓN EN BARCELONA (Diari Ara, 13-03-2023):
https://www.ara.cat/societat/barcelona/barcelona-tindra-cementiri-municipal-mascotes_1_4649416.html
EXPLICACIÓN DE LAS ALTERNATIVAS EXISTENTES PARA INCINERACIÓN, Hidrólisis Alcalina y Nitrógeno Líquido, PROS Y CONTRAS (Ecofunerales, 2018 y Funeral Natural, 2021):
https://www.ecofuneral.es/articulos/cremaciones-verdes
https://www.funeralnatural.net/articulos/dudas-razonables-sobre-la-ultracongelacion-funeraria
REGLAMENTO DE POLICÍA SANITARIA MORTUORIA DE LA GENERALITAT DE CATALUNYA (Decret 297/1997, de 25 de Novembre):
