Muchos cementerios habilitan zonas para que se entierren cadáveres de tal manera que no contaminen el Medio Ambiente. Ni que generen emisiones de dióxido de carbono, ni que generen residuos contaminantes para el suelo.
Cualquier cuerpo vuelve a la naturaleza generando un compuesto orgánico. Que tanto para los bichos como para el propio suelo le va muy bien.
Pero cuando un cuerpo se descompone en una caja, hay elementos que no son precisamente absorbibles para el ecosistema; plásticos, metales, tejidos sintéticos… Por eso en cada país son estrictos en la manera en que deben hacerse, buscando siempre que el impacto en el entorno sea el mínimo posible.
Funerales ecológicos en Australia
Ya nos fijamos en lo que se hacía en Inglaterra y en Canadá. Ahora toca irse a las Antípodas. En Australia hace ya unos años que se está extendiendo esta nueva modalidad de funeral. Hay distintos cementerios ecológicos que se reparten a lo largo y ancho de la isla. Uno de ellos se encuentra en Nueva Gales del Sur, el Lake Macquarie Memorial Park. Este cementerio contiene una reserva, un espacio con el nombre de Natural Memorial. Donde quien lo deseé puede ser enterrado restringiendo todo aquello que puede ser perjudicial para el Medio Ambiente.
Este espacio se encuentra dentro de un entorno tranquilo en el que se fomenta la descomposición normal de los cuerpos. Es decir, no se practica ningún tipo de intervención química para conservar el cuerpo humano (tanatopraxia). Así como se establece como requisito que todos los ataúdes o contenedores de incineración sean completamente biodegradables. Tampoco se utilizan lápidas y en su lugar se opta por grabar los nombres de los fallecidos en roca natural. Hasta se permite a las familias la posibilidad de cavar a mano en lugar de cavar a máquina.
Natural Burials en Nueva Zelanda
Al lado, en Nueva Zelanda, los entierros naturales se iniciaron en 1999 cuando Mark Blackham fundó Natural Burials. La primera organización de cementerios ecológicos de Nueva Zelanda. A día de hoy se encarga de todas las certificaciones de este tipo de funerarias. La idea de crear una organización que velara por la creación y difusión de este tipo de sepelios naturales la fue madurando cuando se enfrentó a la imposibilidad de poder enterrar a su hija primogénita, con 22 meses. Buscaban un bonito lugar donde poder enterrar su cuerpo y luego plantar un árbol y hacer un pícnic.
El ejemplo del Cementerio Makara
Y con el tiempo esta idea terminó cristalizándose en el primer cementerio ecológico de la isla: el Cementerio Makara, en Wellington. Blackham ha sabido de esta manera encontrar respuesta a una sensibilidad ecológica que muchos nueva zelandeses reclamaban. “Muchas personas encuentran la idea de ser enterrados en un área que estará cubierta de arbustos nativos, un memorial apropiado para sus vidas y lo ven como un legado para las generaciones futuras”.
El Makara se abrió al público en 2008 y es el cementerio natural más grande del país, con más de 2 hectáreas. El cementerio está dedicado al culto maorí y en él se encuentran varias tallas y figuras de divinidades. Cuyas misiones son custodiar todo lo que habita debajo de la superficie de la tierra, así como ser guardianes de los huesos y los residuos. En Makara, como impone la asociación Natural Burials, no se introduce nada en el cementerio que pueda interferir o contaminar los procesos ambientales. Cumplen una serie de principios:
- No embalsamar.
- Enterramiento en las capas superiores del suelo.
- Se plantará un árbol nativo en la cabeza o base de la parcela.
- Deberán usarse ataúdes hechos de maderas cultivadas y cosechadas de manera sostenible, sin productos químicos ni compuestos artificiales.
- El recordatorio del fallecido será un poste de madera hundido en el suelo y en el que las familias podrán hacer su inscripción.
- Se facilita la reserva de distintas parcelas para familias.
- El sistema de restauración de arbustos establecerá la reestructuración de parcelas.
- No se aprueban la colocación de monumentos artificiales u otros materiales en el sitio.
- Junto con el cuerpo no se podrá enterrar ningún artefacto que contravenga los objetivos naturales del cementerio.
- Los entierros de cenizas no son posibles porque el cementerio natural es para entierros corporales, y las cenizas no contienen nutrientes.
Makara es el cementerio ecológico más importante de Nueva Zelanda. Detrás de él han venido otros como el de New Plymouth en 2011, Otaki en 2012 o el de Marlborough en 2014, entre otros.
Los cementerios americanos del Green Burial Council
Estados Unidos es uno de los países donde más se ha extendido la cultura de los funerales ecológicos en sus distintas vertientes. La asociación Green Burial Council tiene como objetivo fomentar la sostenibilidad en la industria de enterramiento. Además utilizar el entierro como un medio de restauración ecológica y conservación del paisaje. Fundado en 2005, el GBC estableció los primeros estándares certificables de la nación para cementerios, proveedores de funerales, fabricantes de productos funerarios e instalaciones de cremación. Actualmente hay 72 cementerios en Estado Unidos que ofrecen entierros ecológicos, sean híbridos o 100% naturales.
La historia de esta organización ecologista data del 2002 cuando una pareja, Juliette y Joe Sehee, se mudaron al desierto de Mojave con la visión de abrir un retiro ecológico. Estaban determinados a crear un sitio que sirviera para acomodar aquellos que querían explorar otros rituales de fin de vida . Que al mismo tiempo sirviera para proteger los miles de acres vacíos y el ecosistema de la zona. Estos intereses los llevaron a conocer el movimiento de entierro verde que había comenzado a tomar forma en Inglaterra. Así como el primer cementerio de conservación en los Estados Unidos lanzado en 1998 por el Dr. William y Kimberley Campbell en Westminster; Carolina del Sur. Los Sehee no consiguieron materializar su proyecto, pero si que sirvió para darse cuenta de que necesitaban una entidad, una organización que supervisara y promoviera este tipo de sepelios en el país.
Cementerios ecológicos en EEUU
Algunos de los cementerios ecológicos más populares del país son el Fernwood o el de Purissima (California), el Foxfield Preserve (Ohio) o el Penn Forest Natural Burial Park (Pensilvania).
Fernwood es un cementerio dedicado a los entierros naturales que ocupa un área de 13 hectáreas en Mill Valley, California. Se priorizan los entierros naturales, sin ataúdes ni lápidas. En cambio, en Half Moon Bay, en el cementerio de Purissima aún se esfuerzan más para que los entierros sean 100% ecológicos. Por eso allí no encontrarás ni bóvedas de hormigón, ni cubiertas funerarias, pero sí ataúdes de pino y mimbre, marcadores de piedra natural y lugares de entierro excavados a mano. Todo lo que se hace en Purissima persigue la preservación y mejora del entorno natural.
Foxfield Preserve, en Wilmot, Ohio, fue el primer cementerio de reservas naturales en los Estados Unidos en ser operado por una organización de conservación sin fines de lucro. El trabajo de The Wilderness Center consistió en restaurar parte de una tierra agrícola para adaptarla a pastos nativos y flores silvestres y que otra parte fuera reforestada con árboles de madera dura nativos. Y junto esta tierra yacen sin intervenciones químicas, ni ningún elemento no biodegradable, los cuerpos ya descompuestos de gente que vio en este paraje el mejor sitio para descansar eternamente.
Por último, destacamos el Penn Forest Natural Burial Park, en Pensilvania. Se trata del primer cementerio natural en Pensilvania certificado por el Green Burial Council. Este camposanto de 14 hectáreas es uno de estos cementerios que convive integrado con la naturaleza, donde un tercio de la tierra se reserva como hábitat natural para la vida silvestre y las plantas nativas.