Tras la muerte de su padre en la guerra, Tiana se promete a sí misma cumplir el sueño que éste tenía, abrir un restaurante: “El mesón de Tiana”. Para ello comienza a trabajar como camarera y cocinera, ahorrando cada moneda que gana y sin poder disfrutar de su juventud. Finalmente, consigue el dinero y cuenta a su madre los planes para convertir un antiguo almacén de Riverside en un elegante restaurante. Sin embargo, su mamá insiste en que tiene que atender otros aspectos de la vida y que, a pesar de que su padre nunca obtuvo lo que quería, sí tenía lo que necesitaba: amor.
Tiana es contratada por su amiga Charlotte para que prepare la comida del baile de disfraces de los La Bouff. Durante la fiesta, Tiana se entera que un cliente ha hecho una oferta más elevada por el antiguo almacén de Riverside y que, por lo tanto, se quedará sin el local. Tras perder la esperanza, pide un deseo a una estrella, momento en el que aparece la rana Naveen. Tiana se asusta, y Naveen, pensando que ella es una princesa, le explica lo que el brujo hizo con él. Le pide a Tiana que le dé un beso para convertirlo nuevamente en humano, y le cuenta que es millonario y que le dará a cambio todo lo que ella pida. Tiana, que recuerda que está a punto de perder su edificio y que tiene ante sí la oportunidad de recuperarlo para abrir su restaurante soñado, accede darle el beso a Naveen. Sin embargo, algo sale mal y ella también se convierte en rana.
A partir de este momento Naveen y Tiana vivirán una auténtica aventura a través de los paisajes misteriosos de Louisiana, acompañados por distintos personajes como un cocodrilo cantarín o Ray, una luciérnaga que les ayudará a encontrar a Mamá Odie para que rompa el hechizo del hombre de las sombras.
“Tiana y el Sapo” nos habla de aprender a aceptar la pérdida de los seres queridos. También, de valores como el sacrificio y el amor.