En un futuro próximo un científico anuncia que hay otro plano de exsitencia después de la muerte. Este descubrimiento conduce a que más de 4 millones de personas en tan sólo 2 años se suiciden por todo el mundo para pasar a la otra vida. El hijo del científico y una joven madre que ha perdido a su hijo se enamoran mientras tratan de asimilar sus tragedias mientras investigan la verdadera naturaleza del más allá.
La paradoja sobre otro plano de existencia tras la muerte
La muerte ha sido objeto de múltiples interpretaciones y sigue siendo un misterio, aunque es tan real como la vida misma. Sin embargo, una pregunta está en la mente de todas las personas a partir de una cierta edad: ¿qué pasa tras la muerte del cuerpo físico?
Las creencias religiosas, la fe, la filosofía, incluso la ciencia han intentado dar explicaciones. Unos dicen que el alma abandona el cuerpo para reunirse con el resto de espíritus que vagan en otro plano de existencia; otros argumentan que la vida es un ciclo inacabable de experiencias en un instante y que denominan reencarnación.
En las últimas décadas la llamada muerte súbita ha permitido obtener el testimonio de muchas personas que han estado en el umbral de algo insospechado. Algunas de estas personas que han vuelto tras su «muerte» física por un breve período de tiempo luego han explicado su testimonio.
Así pues el tema de la vida después de la muerte será siempre uno de los mayores enigmas de la humanidad y por tanto susceptible de múltiples explicaciones ya sea en el ámbito científico como espiritual.
Desde el mito de Frankenstein al Proyecto Brainstorm (Douglas Trumbull, 1983) –adaptación de la novela del visionario Michael Crichton, sobre un proyecto científico capaz de leer y grabar las sensaciones de un individuo para que puedan ser vividas por otro– o Línea mortal, la filmografía sobre el tema es abundante.
El Descubrimiento (The Discovery) nos cuenta cómo en un futuro cercano un afamado científico Thomas Harbor –interpretado por un Robert Redford correcto pero bajo piloto automático– ha alcanzado, por fin, la certeza necesaria para confirmar que existe otra plano de existencia después de morir. La noticia no sólo conmociona a la humanidad sino que será la espoleta que arrastre a millones de personas al suicidio para buscar su propio nuevo plano de existencia.
El argumento se basa en la interacción entre Will, hijo del Dr. Harbor y una enigmática joven que se instala en la mansión de este científico tras salvarla de un intento de suicidio después de haberse conocido fugazmente en el ferry que les conducía a la isla. Una para visitar a su padre y la joven para suicidarse.
The Discovery es un relato que en el fondo es más bien un alegato a enmendar nuestros errores en la vida y una glosa al poder del amor para mover el mundo, más allá de las leyes del tiempo y del espacio. Lo que parecía ser el último descubrimiento no es más que una excusa para abordar también el tema del suicidio aún como tabú y dar argumentos para que quede la duda sobre si la ciencia puede realmente desvelarnos el misterio de la vida ultratumba. Aunque toda la cinta tiene un discurso fílmico con tintes de investigación al final esta se resuelve como una certidumbre que no arropa las reflexiones llenas de incertidumbre que van desgranándose a lo largo del metraje. Un metraje con una cuidada fotografía y una banda sonora que acompaña esta paradoja sobre la vida tras la muerte.